Hace
miles…miles de años
comenzó
el viaje más extraordinario
de
la especie humana.
Descendían
de antepasados conquistadores;
De
los que conquistaron bajar del árbol
De
los que conquistaron caminar erectos
De
los que conquistaron tomar en sus manos
el
mágico fuego que provenía del cielo.
Sumaron
al alimento vegetal, la carne y
la
médula de los huesos.
Sus
cerebros más pensantes, abstractos
inventaron
códigos para comunicarse
a
través de sus lenguas inciertas.
Siempre
juntos, gregarios, nómades.
Marcaron
las huellas de sus incansables pies
en
la lava aún caliente.
El
sol ecuatorial se desplomaba recto,
El Sol y la evolución les regalaron una negra
piel
para
resistir las agobiantes jornadas.
Y
se multiplicaron, inquietos, curiosos, exploradores.
Un
instante, un momento y una tribu decidió seguir
su
viaje y caminar….caminar…caminar…
Cruzaron
valles, subieron colinas, navegaron mares
en
cáscaras de nueces.
Atravesaron
selvas, desiertos, ríos.
Sus
brújulas eran los murmullos de la tierra
y
las mágicas figuras de las estrellas que traviesas
juegan en la oscuridad del cosmos.
Emocionados,
religiosos, místicos,
vieron
cruzar bolas de fuego en el cielo y
esconderse
la luna por la sombra rojiza
del planeta provocada por el Sol.
Y
sus hijos y los hijos de sus hijos descubrieron
el
hielo, las cavernas, la infinitud de las pampas.
Sus
pieles y sus ojos mutaron, sabia naturaleza,
para
resistir la atmósfera helada.
Sus
familias se dispersaron como abanicos tornasolados.
Agradeciendo
a sus dioses, pedían protección, maravillados.
Misterio,
riesgo, extraordinario, magnífico viaje.
Luego
de miles de años, cada rincón de este planeta azul
fue
superpoblado por inteligencia y amores.
Y
conocieron el poder de la medicina en las hierbas luego
en
laboratorios.
La
energía, blanca, negra, oro, trágica, luminosa, explosiva.
Y
desataron las guerras.
La
intemperancia, la segregación, la discriminación.
Retroceso,
conquista de la ignorancia.
Durante
la milenaria travesía enterraron a sus
muertos,
crearon
música, poemas ,arquitectura, industria, ciencia.
Soñaron…y
alcanzaron la Luna.
Aún
sigue el misterioso viaje, quizás sea la última etapa,
Está
llegando el fin en la veloz Nave Tierra,
sumergidos
entre polvo de estrellas, por un espacio
en
el que circula el sonido primigenio por las orillas